CELINE
Una meretriz que trabajaba en un puticlub de la calle "Los coños del Peral", perdón, "Los caños del Peral", situada en el área central de Madrid, acostumbraba a contarme sus andanzas con diversos clientes. Ella sabía a la perfección que escuchar tales historias para mí suponía un deleite. Me contó, por ejemplo, que poco después de una ruptura sentimental, un hombre joven vino a consolarse en sus brazos y, en aquella ocasión, más que el papel de puta hizo el de psicóloga. Acto seguido, me dijo que le habían pedido bastantes cosas en la cama que ella no aceptaba bajo ningún concepto, como el coito anal. "Por encima de mi cadáver", afirmaba con rotundidad. Las peticiones de los clientes abarcaban un amplísimo espectro. Un cliente le pidió un capricho que el tenía: "la nieve sobre las montañas", es decir, correrse en las tetas. Otro tenía ganas de ver cómo Celine se bajaba las bragas y hacía pis en el servicio. Hubo otro cliente -según la...