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Mostrando entradas de abril, 2016

POR DETRÁS ME GUSTA MÁS

Conocí al Sargento hace años en una discoteca de Madrid. Era, lo que se dice un "tío marchoso". Le gustaba el alcohol, divertirse, salir por la noche y, por supuesto, las mujeres. Y de las mujeres, una zona concreta: su retaguardia. Esa parte de la anatomía femenina era continuamente atacada por este militar en activo con el grado de sargento del Ejército. Una vez me lo encontré en la discoteca donde coincidíamos casi todos los domingos. Me comentó: "Hoy vengo tranquilo". "¿Por que?", le pregunté. "Porque ya me he corrido en el culo de mi mujer". Así era el Sargento. En el mismo día, primero se lo hacía con su esposa, y, luego, se iba a la discoteca, el muy golfo, por si caía alguna breva más. Me contaba que en el cuartel donde estaba destinado disponía de un cuarto pequeño con un camastro y allí se llevaba a sus amantes, sin que sus superiores lo advirtieran. Para un sodomizador como él, disponer de un picadero, aunque fuera dentro de u

EL SEDUCTOR SEDUCIDO

Fue una etapa muy tormentosa de su vida, como el propio Casanova comentó a sus amigos años después durante una cena en el restaurante Gino´s. Casanova había terminado sus estudios en la universidad, se sentía desmotivado y aburrido; no sabía qué rumbo tomar. Justo en ese momento se enamoró por primera vez en su vida. Hasta entonces su mundo sentimental había sido bastante reducido. A raíz de su enamoramiento empezó a experimentar sentimientos que casi no conocía: la entrega, el amor, los celos. Así es, Casanova se enamoró, pero lamentablemente de la mujer equivocada. La equivocación se llamaba Anabel y era una joven de ventitantos años licenciada en filosofía y letras. Su personalidad se puede describir como libre de perjuicios en el terreno sexual, culta en extremo y de conversación muy inteligente. Al conocerla Casanova quedó prendado tanto por su belleza física como por su inteligencia que con frecuencia alcanzaba el nivel de la brillantez. Las relaciones sexuales con e